Transporte Profesional 439 - Noviembre 2022

6 Transporte Profesional / Noviembre 2022 TRIBUNA MANUEL PÉREZCARRO Secretario general de FROET La falta de conductores puede constituir, en breve, el mayor desafío con el que se encuentre el sector del transporte por carretera. La organización internacional del transporte por carretera, IRU, anunciaba el pasado 20 de octubre en una reunión celebrada en el 3arlamento Europeo que para finales de año se necesitarán para cubrir las vacantes de conductores profesionales en la Unión Europea nada menos que 500.000 conductores. Evidentemente, si no se da una solución urgente al problema, el sector puede colapsar y los efectos económicos y sociales pueden ser devastadores. La escasez de conductores se viene anunciando desde hace mucho tiempo y, lo cierto es que, hasta el momento, se han adoptado medidas que no han resultado eficaces es más, algunas de ellas contenidas en el Paquete de Movilidad recientemente aprobado, han sido criticadas duramente por algunos países de la UE. Pero, ¿qué se está haciendo en España? Pues la verdad es que poco y lo poco que se ha podido conseguir es por la presión ejercida por asociaciones como la CETM y el resto de organizaciones que forman parte del Comité Nacional del Transporte \ me refiero a la prohibición de la carga y descarga, la reducción de los tiempos de espera o el código de buenas prácticas en lo que se refiere al trato al conductor en los centros de carga y descarga. Con estas medidas, se ha conseguido mejorar las condiciones de trabajo de los conductores y el respeto a su profesión. Indudablemente, dichas medidas son buenas, pero no son la solución. Hay otros factores que inȵu\en también en el atractivo de la profesión. Me refiero a la conciliación de la vida laboral y familiar, algo muy difícil de conseguir en una profesión que, por su naturaleza, obliga a permanecer frecuentemente fuera del hogar. Esto afecta esencialmente a aquellos conductores que viven en pareja o con responsabilidades familiares Evidentemente, los afectados por estos problemas son los conductores de larga distancia, no los que su trabajo les permite el descanso diario en su domicilio. Sin duda, otro factor puede ser la percepción de un salario que no compense tales sacrificios. A mi juicio, hay varias soluciones que, necesariamente, deben ponerse en marcha de inmediato para cubrir esa falta de conductores profesionales. Una sería facilitar la incorporación al sector de conductores de terceros países que aspiran a obtener unas mejores condiciones tanto sociales como económicas de las que tienen en sus países de origen, o que no encuentran trabajo en los mismos, para lo que sería interesante agilizar los trámites para la obtención de su visado. La segunda, sería la captación de jóvenes de 18 a 25 años que, normalmente, no tienen responsabilidades familiares y que, por lo tanto, el desempeño de la profesión puede resultarles más atractivo. Hoy se puede obtener el permiso de conducir de camión y el CAP con 18 años, pero para ello el aspirante tiene que superar un curso de 240 horas y obtener el permiso de conducir correspondiente, o bien acceder a través de la Formación Profesional realizando el ciclo de grado medio de Técnico en Conducción de Vehículos de Transporte por Carretera. La primera opción tiene un coste importante y, por lo tanto, puede constituir una barrera insuperable paramuchos jóvenes, aunque la obtención por este sistema les garantice un puesto de trabajo inmediato. En estos casos, resulta imprescindible contar con un sistema de becas proporcionadas por la Administración, ya sea estatal o autonómica, como se está planteando hacer la Comunidad de Madrid, pudiéndolo ligar a un compromiso por incorporarse al sector del transporte. Para acceder a través de la Formación Profesional, las comunidades autónomas se tienen que poner las pilas. En la actualidad solo existen doce centros homologados en España, siete privados concertados y cinco públicos, donde se oferta la realización de estos ciclos de grado medio, aunque no en todos están en marcha. A todas luces insuficientes, \a que supondría la formación de 20 o 30 alumnos por centro al año. Finalmente, habría que promover acciones de todo tipo que pusieran en valor la profesión de conductor y dotarla del prestigio que se merece. Pero ya llegamos tarde. Todo ello requiere tiempo y el problema hay que resolverlo ya. Faltan conductores Opinión Habría que promover acciones de todo tipo que pusieran en valor la profesión de conductor

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